Mientras los estudios de arquitectura compiten con sus diseños de viviendas en 3D, China parece haberse adelantado el trabajo.
En marzo el año pasado, la compañía WinSun anunció un proyecto interesante: fabricar con esta tecnología diez casas en solo 24 horas. Y todo con una impresora 3D que utiliza una mezcla de materiales, desde suelo de construcción a residuos industriales, como vidrio y alrededor de una base de secado rápido de cemento mezclada con un agente de endurecimiento especial.
Ahora, esta empresa ha ido más allá demostrando la eficacia de su tecnología con la construcción de edificio de cinco plantas y una villa de 1.100 metros cuadrados. La impresora 3D, elaborada por Ma Yihe y desarrollada durante más de una década, mide 6.6 metros de alturas, 10 de ancho y 40 de largo.
Las estructuras son ensamblados en el lugar, con refuerzos de acero y aislamiento con el fin de cumplir con las normas oficiales de construcción.
Este proceso ahorra entre un 30% y un 60% de residuos de la construcción, y puede disminuir los tiempos de producción entre un 50% y un 70%, así como los costes laborales entre 50% y 80%.
En total, el espacio cuesta alrededor de 161.000 dólares. Rentabilidad Además, utilizando materiales reciclados de esta manera, en la construcción se utiliza menos piedra de cantería y otros materiales contribuyendo a la rentabilidad y protección del medio ambiente.
Con el tiempo, la compañía espera utilizar su tecnología en construcciones mucho más importantes como puentes y hasta rascacielos.
Por: Carlos Alberto Mosquera Perdomo
Fuente: abc.es
Si te ha gustado este artículo y quieres recibir más información, suscribete gratis, visita nuestra pagina de facebook o añade nuestro feed Rss.